MIS VERSOS
Yo soy un hombre sincero
de donde nace la guasa,
donde el duende y el salero
tienen casa.
Allá el tiempo se ha parado
y el espacio es infinito,
allá todo se ha tornado
más bonito.
Y una copla, torpe o sabia,
le da fuego a su alegría,
aunque quede tanta rabia
todavía.
Allá el Sol, con un abrazo,
se retira a descansar
y se duerme en el regazo
de la mar.
Luego, cada amanecer,
cicatriza tus heridas,
y las lágrimas de ayer
las olvidas.
Que no hay rimas tan hermosas
como el hecho de vivir,
aunque queden tantas cosas
por decir.
Y no hay canto con más brío
ni verdad más prometida
que ese propio desafío
de tu vida.
Yo también quisiera, empero,
como el gran José Martí,
dejar los versos que quiero
por ahí.
Los versos que ven mis ojos,
campechanos y sencillos,
versos azules y rojos
y amarillos.
Y de todos los colores,
y sin trampa, sin engaño,
que las rimas y las flores
no hacen daño.
Versos simples, sin espuelas,
ni amargura ni dolor,
sin milicias, sin escuelas,
sólo amor.
Antes que el río a la calma
de la mar vaya a morir,
quiero mis versos del alma
compartir.
Jesús María Bustelo Acevedo
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