EL SUEÑO
Dormir es dar tu fe
a ese dios asesino
de la muerte, que vino
a ser parodia de
el Creador Divino.
Dormidos, guerra y paz
son la misma moneda,
que el tiempo, capataz
de lo falso, se queda,
como el César falaz.
Por tanto, estar despierto
es sólo conocerse
y eternamente verse
en la verdad, lo cierto
y amoroso de serse.
Porque la vida es sueño
en el mundo pequeño
que vive en la mentira
del dogma y de la ira
sin salir de su empeño.
Jesús María Bustelo Acevedo
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